Deja-vu

ÉL también estaba tan delgado que daba mucha mucha pena.
ÉL también vestía de negro, siempre.
ÉL también tenía el mismo pelo.
ÉL también  comía manzanas todos los recreos.
ÉL también amaba el ramen
ÉL también tenía esos ojos, y esa forma de mirarme.
ÉL también hablaba como tú hablas.
ÉL también empezó como tú has empezado.

Pero él no era heavy, ni hacía teatro, ni era tan alto.

Sé como acabé esa vez, y puedo intuir cómo acabaré esta, sé que siempre quiero intentarlo todo, pero para este sueño repetitivo necesito algo que me diga que no volveréis (tu y su ente) a hacerme polvo el corazón , y luego os lo esnifareis en alguna noche de sábado en la que yo andaré borracha perdida y llorosa, lamentando no haber utilizado esta cabeza tan poco amueblada para otra cosa que no hubiera sido pensar en ti.