Presumiendo con su aroma a colonia varonil, atravesaba las calles y los garitos de todo Madrid.
Sus grandes ojos negros bailaron en multitud de ocasiones con los míos sin buscar una excusa, entre centelleantes luces y ritmos de baterías desatadas. Puro ying yang , extremo magnetismo entre sus manos.
Un campo de gravitación atrayente en cualquier local de la Gran Vía , una oleada de experiencias entre sus brazos y una larga lista de conquistas en cualquier esquina de mi ciudad.
Sus labios prometían secretos y fantasías inalcanzables por otros medios.
Otros nunca me parecían capaces de aproximarse a lo que él me prometía.
Calmante para todo tipo de cicatrices, absenta en hígados destrozados, morfina de sábado por la noche.
Cuando ese chico se puso a bailar, terminó bailando todo el bar.
Y yo me acerqué con la esperanza de un viaje al mismo Edén.
Revolcones en la hierba de cualquier parque. Revolcones entre tus sábanas. Revolcones en asientos del metro. Revolcones en mi portal.Revolcones en las aceras.
Calor insoportable y guerras de caricias. Montones de sonrisas sinfines de diversión. Piel de caramelo y profunda desazón con algodón.
Máquina de la sinrazón , palpitaciones extremas de corazón.
Pero no sabía besar, no.
Nunca le quisieron más allá del edredón, nunca le trataron con amor.
Nunca fue para nadie nada más que un subidón.
El guapo de Madrid no sabía besar, no.
Al chico que triunfaba nunca le activaron el corazón.
Horas a cambio de una vida sin dulzor.
Vacío en sus labios, vacío en mi ilusión.
Definitivamente, echaba de menos leerte *__*
ResponderEliminarYo si que te echo de menos :(
EliminarCreo que de tanto leerlo ya me lo sé, me encanta cielo!
ResponderEliminarEres taaaan bonita! *___*
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